LUIS D´AMANTE

viernes, 21 de enero de 2011

VIDA Y OBRA EN IMÁGENES

LUIS D´AMANTE: Todo un camino sembrado en bien de la sociedad, que ahora continúa adelante gracias a MISIONARTE y una nueva generación de profesionales que mantienen viva su misión sociocultural.

EDITORIAL:

Hay gente que pasa por la vida sin dejar huellas, hay otros que aún dejando algún recuerdo pronto es olvidada, pero hay los sobresalientes, aquellos cuyo recuerdo sobrevive al tiempo y la distancia; esos que antes de partir hicieron escuela para que las generaciones venideras pudieran trajinar por el camino que ellos dejaron andado y engalanado; uno de esos seres especiales es Luis D’Amante, “El Showman de América” un hombre que supo poner el nombre de la patria en letras grandes en todas las marquesinas del continente.

Cuando el siglo 20 todavía se aromaba con el perfume a romance y fin de guerra, este ecuatoriano multifacético paseó su arte por los mejores escenarios de América. Las cuerdas que mantenían su atlético cuerpo meciéndose en el viento en el trapecio del circo Egred Hermanos, fueron las alas con las cuales despegó para hacer realidad ese mundo de ensueño que bullía en su pecho y en sus ilusiones.

Fue actor, cantante, comediante, humorista, periodista, empresario, productor, mimo, bailarín; tuvo todas las aptitudes con que puede ser bendecido un ser humano, pero ante todo, y por sobre todas las cosas, fue un excelente ser humano. Luis D’Amante, o Luis Valverde,- su verdadero nombre-, nos legó la estatura del hombre que no se rinde, que hace de cada obstáculo un desafío, que despliega su ingenio para hacer de su vida un oasis de frescura y apoyo donde quien lo necesite pueda abrevar el alma cansada o entristecida.

Luis D’Amante escribió su historia en más de cincuenta años de duro trajinar en la vida artística. El tiempo acalló el eco de su voz mas no pudo cubrir la senda que dejó marcada con el sello de su multifacética y radiante personalidad. La historia artística ecuatoriana no estaría completa sin su nombre. La estrella de Luis D’Amante brillará por siempre con luz propia, esa luz que ilumina su paso indeleble por los escenarios y que deja huellas en quienes lo conocen y lo mantienen en su corazón y en su memoria como uno de los grandes ecuatorianos y un maravilloso ser humano.

AVE FENIX

Aquí algo de su trabajo.

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